El 97% de los productos dirigidos a los niños no son saludables

El Gobierno de España ha anunciado dos medidas para tratar de refrenar la enorme tasa de obesidad y sobrepeso en la población infantil. Una de ellas es prohibir la publicidad de alimentos no saludables dirigidos a menores de 15 años. Ya era hora.
Los últimos datos delEstudio ALADINO 2019 han vuelto a poner en primera plana la enorme incidencia del sobrepeso y la obesidad infantil en España.
El 40% de los niños y niñas de entre 6 y 9 años sufren esta condición en nuestro país. De éstos, el 60% seguirá teniendo exceso de peso cuando sea mayor.
Una de las recomendaciones delOrganización Mundial de la Salud (OMS) para frenar a esta otra pandemia es prohibir el marketing de alimentos no saludables dirigidos a niños. ElOMS reconoce que la publicidad en TV influye en las preferencias alimentarias y en las pautas de consumo de la población infantil. Por tanto, regular este marketing debe ser prioritario para los gobiernos.
¿Son saludables los alimentos dirigidos a niños y adolescentes?
No. Según elOMSla promoción de alimentos y bebidas para niños se centra principalmente en productos ricos en grasas, azúcar o sal.
La comercialización de estos productos ha sido reconocida en Europa como uno de los factores de riesgo que contribuyen a la obesidad infantil y al desarrollo de enfermedades no transmisibles.
Los resultados de un estudio que hemos realizado en la Universidad Miguel Hernándezcon más de 3 000 alimentos disponibles en el mercado español, son altamente preocupantes. De los 563 alimentos dirigidos a niños o adolescentes, el 97% se clasificaron como no saludables. Además, el 62% de los productos eran ricos en grasas; el 59%, en azúcares libres; el 45%, en grasas saturadas y otro 45% en sodio/sal.
También encontramos que los productos dirigidos a niños o adolescentes tenían peor calidad nutricional que el resto. Esto era provocado por un contenido más alto en energía, azúcares, sal y grasas saturadas. Por el contrario, tenían menor contenido de proteínas y fibra.
Curiosamente observamos que muy pocos alimentos saludables se promocionaban para niños o adolescentes. Esto sucedía con las legumbres, la pasta, el arroz, los frutos secos al natural, el pescado o el marisco sin ingredientes adicionales.
Nuestros resultados son similares a los de trabajos de otros países como los Estados UnidosCanadá, Nueva Zelanda, Brasil, Uruguay o Eslovenia. Por tanto, los alimentos con marketing dirigido a niños o adolescentes en todo el mundo son, en su gran mayoría, no recomendables desde el punto de vista nutricional.
¿Qué regulación existe?
En 2005 nació el Código PAOS en España como forma de autorregulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a menores. El código era voluntario ya él podía adherirse cualquier empresa de alimentación. Este código forma parte de la Estrategia NAOS delAgencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) para prevenir la obesidad en España.
Después de 15 años, el código PAOS ha resultado totalmente inefectivo, principalmente por su carácter voluntario y la ausencia de sanciones disuasivas. De hecho, varios estudios han demostrado el claro incumplimiento por parte de las empresas que voluntariamente se habían comprometido a aplicarlo.
Por tanto, es necesario implementar un sistema de regulación de la publicidad de alimentos para niños que garantice un alto grado de protección de los menores. El Ministerio de Consumo español propone permitir la publicidad para niños sólo en lo que se refiere a alimentos considerados como saludables. Serían considerados saludables aquellos clasificados A o B según el sistema Nutri-Score.
Antecedentes
La Agencia de estándares alimentarios del Reino Unido fue la primera institución que desarrolló unos criterios para detectar los alimentos con un alto contenido de grasa saturada, sal o azúcar. El objetivo de este modelo de perfil nutricional era reducir la exposición de los niños a la publicidad de estos alimentos en televisión.
Por su parte, la oficina regional delOMS en Europa (OMS-E) desarrolló un modelo propio en el 2015, elOrganización Panamericana de la Salud (PAHO) le siguió en 2016 y la oficina regional delOMS en el Mediterráneo Oriental, en 2017. Entre los objetivos figuraba el de limitar el marketing de alimentos no saludables dirigidos a niños.
Diferencias con el criterio de Nutri-Score
Cuando comparamos tres de estos modelos con la propuesta del Ministerio de Consumo español, vemos que existen grandes coincidencias. Según éstos, no se podría hacer publicidad dirigida a niños de cereales del desayuno y refrescos azucarados, queso, salchichas o zumos.
Sin embargo, el criterio de Nutri-score sí permitiría el marketing para niños de bebidas sin azúcares añadidos pero con edulcorantes. Esto no sería posible si se aplicaran los perfiles nutricionales de la PAHO o delOMS en Europa.
Otra diferencia importante es que Nutri-Score presenta una mayor tolerancia a los azúcares añadidos. Esto abriría la puerta a la publicidad infantil de lácteos azucarados como el yogur o la leche fermentada.
En resumen, los resultados de numerosos estudios demuestran que la gran mayoría de alimentos dirigidos a niños no son saludables. Las medidas de carácter voluntario no serán efectivas. Por tanto, son necesarias acciones más comprometedoras que garanticen un nivel alto de protección de la población infantil contra la venta de productos no saludables.
Esta noticia es una traducción del artículo publicado originalmente en castellano en el portal TheConversation.com.
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